Declaración
En los últimos años, en América Latina y particularmente en Centroamérica, los derechos a la libertad de expresión y a la libertad de prensa han ido en detrimento y con ellos, el derecho de la población a estar informada.
Después de históricas luchas para garantizar las libertades ciudadanas, hemos entrado en una etapa de regresión y cada vez nos enfrentamos a mayores restricciones, retrocesos y a más opacidad. Paralelamente, el acoso, el hostigamiento y la persecución contra medios y periodistas críticos o independientes se ha incrementado a través de denuncias penales y órdenes de captura sin sustento.
El acoso digital, el cerco económico, las amenazas, seguimientos y bloqueos permanentes a las fuentes de información son una constante. Hay periodistas y trabajadores de medios de comunicación encarcelados, otros en el exilio forzado y varios más se encuentran sujetos a procesos judiciales y criminalización. Las y los periodistas que trabajan a nivel local y departamental, y en pueblos y comunidades indígenas, están en una situación de extrema vulnerabilidad y desprotección, como las mujeres periodistas.
Los gobiernos están utilizando a las instituciones públicas para hostigar a los medios de comunicación; y grupos de poder económico, político y militar, así como redes del crimen organizado, consideran al periodismo independiente su enemigo, con todo lo que eso significa.
Con el deterioro de la institucionalidad democrática que la región experimenta actualmente, las dificultades para el libre ejercicio de la profesión son las mayores que la prensa centroamericana ha enfrentado en las últimas tres décadas.
En este contexto y en defensa del legítimo derecho ciudadano a la información, resulta imperativo unificar esfuerzos para hacer frente, de manera coordinada y con una perspectiva regional, a la regresión autoritaria y a los desafíos que esta representa para la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo independiente.
Ante la emergencia que como periodistas atravesamos frente a la amenaza de regímenes que pretenden silenciarnos, y con el convencimiento de que el periodismo crítico con el poder es esencial para la vida democrática y para la construcción de sociedades más igualitarias, conformamos hoy la Red Centroamericana de Periodistas como un espacio plural de articulación, expresión pública y defensa del periodismo independiente.
Por eso estamos aquí. Para buscar de manera conjunta las vías que nos permitan continuar haciendo nuestro trabajo y como una muestra contundente de que las y los periodistas independientes de Centroamérica NO estamos dispuestos a callar. El silencio
NO es una opción.
Antigua Guatemala, 3 de noviembre de 2022