Centroamérica, 09 de junio de 2025
La Red Centroamericana de Periodistas (RCP) alerta con preocupación a las organizaciones de defensa de la libertad de prensa y derechos humanos en el mundo sobre la consolidación del régimen dictatorial de Nayib Bukele en El Salvador.
Durante su reciente discurso, el mandatario dedicó parte de su intervención a atacar públicamente a gremios periodísticos como la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), criminalizando la labor informativa y desacreditando a quienes ejercen el derecho a fiscalizar al poder. Estos ataques no son nuevos, pero sí forman parte de una estrategia sistemática de represión que se profundiza con nuevas medidas autoritarias.
Entre las acciones más graves que evidencian el avance de un modelo represivo, destacamos la aprobación exprés de la Ley de Agentes Extranjeros, como la de Daniel Ortega en Nicaragua, que copia elementos de legislaciones utilizadas para criminalizar a organizaciones y medios que reciben cooperación internacional, afectando su sostenibilidad y legitimidad. A ello se suma la detención arbitraria de defensoras y defensores de derechos humanos, así como de abogados críticos del régimen, en lo que representa un claro intento de silenciar las voces disidentes mediante el miedo y la persecución judicial.
También, causa una preocupación el aumento de vigilancia policial en las residencias de periodistas críticos, generando un clima de hostigamiento y temor constante, situación que ha implicado la movilidad forzada de más de 30 periodistas salvadoreños dentro y fuera del país, ante el riesgo inminente de detención arbitraria sin garantías de debido proceso.
Desde la RCP rechazamos enérgicamente estas acciones represivas y expresamos nuestra total solidaridad con la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), organización que ha sido clave en la defensa del gremio y que hoy enfrenta ataques directos del poder. Extendemos también nuestro apoyo incondicional a la prensa salvadoreña independiente, que continúa su labor con valentía y compromiso para garantizar el derecho de la ciudadanía a estar informada.
Reafirmamos que el periodismo no es delito, y que su ejercicio libre es indispensable para cualquier sociedad democrática. La represión no puede normalizarse.
Llamamos a la comunidad internacional, a los mecanismos de protección de derechos humanos, a las relatorías de libertad de expresión y a las redes globales de periodistas a no permanecer en silencio ante esta avanzada autoritaria. No podemos permitir que El Salvador se convierta en el segundo país de la región en consolidar una dictadura con silencio cómplice, como ha ocurrido en Nicaragua.
Desde la Red Centroamericana de Periodistas seguiremos uniendo esfuerzos para que el periodismo salvadoreño siga ocurriendo, con apoyo regional, redes de protección y solidaridad activa. La región no puede darse el lujo de perder otro espacio de libertad.
¡El silencio no es opción!