El Manglar de Jaltepeque: a merced de la pobreza, el descontrol del Estado y el beneficio de los más ricos

El Estado salvadoreño ha descuidado por décadas el estero de Jaltepeque. Proyectos millonarios y familias pobres se han comido el bosque natural del terreno salado, pero la diferencia es que unos tienen permisos y pueden lucrar, mientras otros sólo incertidumbre por el riesgo de desalojos, inundaciones y dificultades para la subsistencia.

Por: Red Centroamericana de Periodistas

Fredy Reyes tiene 60 años. De esos, más de 40 los ha dedicado a trabajar en la pesca artesanal en el estero Jaltepeque en San Luis La Herradura. Desde joven añoró  tener un terreno propio. Mientras lanza canastas al agua para atrapar jaibas, recuerda que desde niño su madre alquilaba cuartos en mesones para darle techo a él y a sus dos hermanos. Nunca había tenido una casa digna.

Fue hasta inicios de 1990 cuando decidió replicar lo que muchas familias de este lugar hacían desde hace años para tener terreno propio: crearlo. Para ello talaban el manglar y rellenaban el área pantanosa  hasta lograr una superficie firme donde construir su vivienda con bahareque y láminas. 

El resultado era tener su casa, pero también la zozobra.  Instalarse en estos terrenos que pertenecían al manglar también le ha llevado a él, su esposa y cinco hijos, a vivir con el temor de que el Estado salvadoreño los puede desalojar en cualquier momento o a simplemente no concederles  una escritura que los acredite como propietarios.

Pero ese no es el único miedo, porque cada día se preguntan si podrán encontrar las especies que venden para llevar el alimento a casa y en cada aguacero piensan si el agua se meterá a sus viviendas o erosionará el terreno.

“Gracias a Dios de que hasta ahora estamos aquí viviendo. Aunque por momentos se nos amenaza de que quizás podrían sacarnos de nuestros terrenos, pero nosotros nos  ponemos a pensar de que aquí Dios tiene el control, porque si nos sacan de los lugares donde vivimos, no tenemos para dónde salir”, dijo Fredy Reyes.

Este pescador es uno de los personajes de la primera entrega de la RCP sobre la situación en Jaltepeque y cómo se ha destruido el manglar que tienen un papel clave en el ambiente natural costero, pues ayuda a reducir las inundaciones, contribuye a la depuración y almacenamiento de aguas y preserva la producción pesquera, además de la recarga de acuíferos y el control del dióxido de carbono. Todo esto es lo que está en riesgo en el segundo bosque salado más importante de El Salvador.

Los humanos cortan el manglar y las autoridades lo permiten. Cuando no, lo propician. Organizaciones ambientalistas aseguran que  históricamente el Estado salvadoreño poco o nada ha hecho por proteger estos bosques, entre los que se encuentran los del distrito San Luis La Herradura, en el municipio de La Paz Centro en la zona costera central de El Salvador. Debería ser el hábitat de numerosas especies, incluidas algunas en peligro de extinción

Ha sido una añeja historia de destrucción. Los datos que brindó el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), a través de la Dirección General de Ecosistemas y Biodiversidad, detallan que en El Salvador, de 1950 al 2013, se  perdió un 60% del bosque salado, pasando de 100 mil hectáreas de manglar, a un aproximado de 40 mil hectáreas. 

El MARN también dio a conocer que de acuerdo a estudios hechos en 2013, por año se están perdiendo mil hectáreas de manglar, y los factores que más influyen en esta pérdidas es la presión por los asentamientos humanos, la agricultura, ganadería, tala de manglares y sedimentos.

Una de las zonas más afectadas es el estero de Jaltepeque, donde desde hace décadas las familias necesitadas eliminan el manglar y convierten esa área en su  pedazo de tierra.

Los residentes de la zona aseguran que optan por esta práctica ante la nula oportunidad que el Estado les ha brindado para acceder a un terreno en tierra firme, o dulce, como le llaman ellos. El pescador Reyes dice que son conscientes de la incerteza jurídica sobre estas tierras, pero la realidad los empuja a mantenerse en el lugar aferrados a la fe.

Cada año crece la cantidad de casas que se construyen en los bordes del manglar de San Luis La Herradura. Son viviendas que por la precaria condición de las familias y por  falta de apoyo de las autoridades municipales y estatales, no cuentan con un servicio de drenaje adecuado, por lo que las aguas negras terminan cayendo en el manglar.. No tienen otra opción. 

Para este reportaje se solicitó al Ministerio de Vivienda de El Salvador el dato de los proyectos habitacionales realizados en San Luis La Herradura en los últimos diez años, para que las familias en condición de pobreza no talen el manglar, pero la institución respondió que no cuentan con esa información.

También se solicitó a la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos del Banco Central de Reserva de El Salvador, la información de las edificaciones que hay a la orilla del manglar en San Luis La Herradura, tomando en cuenta que en el Gobierno realizó en el 2024 el Censo de Población y Vivienda. La respuesta no es satisfactoria, pero sí reveladora: no existen para los ojos del Estado.  “Confirmar la inexistencia de la información sobre el Registro de hogares asentados a la orilla del manglar (…) con base al Censo de Población y Vivienda El Salvador 2024”. contestó la Oficina.

Ricardo Navarro, presidente de la Organización no Gubernamental Centro Salvadoreño de Tecnología Aplicada (CESTA) y ambientalista por más de 45 años,  dijo que a menudo el Gobierno de El Salvador prioriza el interés económico sobre interés social, por lo que no dudó en afirmar que ha existido un abandono estatal las familias que viven a la orilla del manglar.

“El Estado nunca les ha apoyado (a las familias que viven en los manglares). Es que el Estado, me atrevo a afirmar, que no está consciente de la trascendencia. Aquí en El Salvador incluso han talado 25 mil árboles de mangle allá por La Unión (oriente del país)  para construir un aeropuerto. ¿Qué muestra eso? No ven la urgencia, la trascendencia de proteger el territorio. Acá en El Salvador no somos los principales causantes del cambio climático, somos un país pequeño que emite pocos gases del efecto invernadero, pero sí somos responsables de estar volviendo nuestros territorios más vulnerables con toda esta destrucción. Entonces, el Gobierno piensa  más en lo económico, y claro que lo económico es importante, pero no solo podemos pensar en lo económico si al mismo tiempo no vemos los impactos sociales y medioambientales”, expresó  Ricardo Navarro.

El director del CESTA fue más allá y cuestionó la forma en la que la actual administración de Nayib Bukele está llevado el tema de protección del medio ambiente.

“Al Ministerio (de Medio Ambiente) le están quitando fondos. Miren, al Ministerio le daban poco dinero y Bukele encima le quita (…) el Ministerio de Medio Ambiente no tiene fondos. Yo estoy seguro que en el Ministerio hay gente que quisiera hacer mucho más, pero no tiene. Pero sí, históricamente han sido abandonados. Los gobiernos han abandonado esto”, agregó  Navarro.

Miguel Urbina, Coordinador de Procesos de Sustentabilidad  de la UNES, expresó la importancia de proteger estos ecosistemas, no solo por el papel que juegan para reducir los efectos del cambio climático, sino para la subsistencia de las comunidades asentadas a la orilla del manglar.

“Proteger estos ecosistemas salados, que no solo generan seguridad alimentaria, sino que también te previenen del impacto que tienen los fenómenos climatológicos, eso te busca garantizar la vida. Y sobre todo, si tenemos un ecosistema salado fortalecido, entonces estamos fortaleciendo la resiliencia de estas comunidades vulnerables”, dijo Miguel Urbina.

Lo que sí han hecho los diferentes gobiernos en dos décadas y media es otorgar decenas de permisos para construir proyectos turísticos del sector privado.  Se han entregado setenta y nueve permisos de construcción en San Luis La Herradura, según datos proporcionados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales De esos, la mayoría están enfocados al desarrollo del turismo y no del cuido del manglar.

AÑO DE ENTREGA DEL PERMISONOMBRE DEL PROYECTOPROPIETARIO DEL PROYECTO
2022Iguana ResidencesIguana Investments S.A. De C.V.
2024Muelle Club de PescaClub de Pesca Jaltepeque S.C. De R.L. De C.V.
2023Hangares JaltepequeHangares y Marina Jaltepeque S.A de C.V.
2021SKY-00032  Costa RealTESCO, S.A. DE C.V.
2021Las Ceibas Resort & MarinaLas Ceibas Resort & Marina Costa del Sol S.A de C.V.
2021Centro Recreativo Costa del Sol, Porción Estero de Jaltepeque (INPEP)Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos
2021Del  Mar Costa Del Sol ApartmentsJaime Domingo Weil
2020Hotel Tortuga VillageTortuga Village S.A de C.V.
2019Muelle privado de uso recreativoGuaraní S.A de C.V.
2018Condominio Costa del SolInmuebles de El Salvador S.A. de C.V.
2011Costa Real Hotel Villas & ResortInversiones Roble, S.A. de C.V.
2009Condominio Las OlasInversiones Turísticas de El Salvador S.A de C.V.
2013Urbanización Hotelera Punta Tortuga Isla TasajeraInversiones Turísticas Tasajera S.A de C.V.
2007Sol de CopacabanaInversiones Financieras Promérica S.A.
2008Muelle Paradise Fishing LodgeAdventures Unlimited S.A de C.V.
2006Coconut Hotel Beach ClubAnafel S.A. DE C.V
2002Parque Acuático Costa del SolRaúl Ernesto Sosa Martínez

Tabla elaborada con datos brindados por la Unidad de Acceso a la Información del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador, que muestra algunos de los permisos que ha brindado dicho ministerio para proyectos turísticos o de viviendas de lujo en la zona del Estero Jaltepeque, en San Luis La Herradura, La Paz Centro.

Foto aérea de La Ceiba Resort en el Estero Jaltepeque. Foto/ Cortesía

En contraste con el crecimiento de proyectos turísticos que sí tienen requisitos formales, las viviendas a la orilla del manglar dependen de simples constancias de la alcaldía.

“En el caso de tener un papel, quizás no lo podemos tener de Medio Ambiente, porque son tierras nacionales. Lo que aquí hacemos nosotros es que a veces solicitamos un permiso aquí a la Alcaldía y ahí se nos otorga un permiso nomás, como para comprobar que esto es de nosotros, que nosotros lo hemos rellenado, que nosotros hemos construido ese bordito. Se viene a medir el pedacito y nos dan un papel ya certificando hasta donde llegamos nosotros. Y es lo que nos ampara de decir que es de nosotros. Es solamente una constancia. No es una escritura que da Medio Ambiente”, expresó Fredy Reyes, un pescador de la zona.

Una de las áreas del manglar en el Estero Jaltepeque que ha sido talada por familias en condición de pobreza en San Luis La Herradura, en La Paz Centro, que evidencia cómo este bosque salado ha quedado también a merced de los más necesitados. La imagen contrasta con las construcciones de proyectos privados en la zona.

Las pocas acciones que ha hecho el Gobierno para la protección del manglar en el estero de Jaltepeque se vuelven insuficientes, según ambientalistas. De acuerdo con un documento del MARN, en los últimos diez años se han declarado cerca de once mil hectáreas de manglar como áreas protegidas. También, especificaron que han ejecutado al menos cuatro proyectos en conjunto con entidades privadas para la restauración del manglar. 

Para Miguel Urbina, de la UNES, todas las acciones que se ejecuten en el manglar deben ir de la mano con la participación de las comunidades de la zona para lograr un impacto real.

“El Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales ha generado un marco jurídico ambiental que protege estos ecosistemas. Sin embargo, es importante que se tome en cuenta también el sentir de las comunidades que ven ese territorio de bosque salado, esa sustentabilidad”, expresó el ambientalista de la UNES.

Hasta el cierre de este reportaje, ninguna de las autoridades relacionadas al tema brindó opinión, pese a realizar las gestiones con sus equipos de prensa.

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